Fundación Caja Rural Granada colabora en la restauración del retablo de la Colegiata de la Abadía
La pieza, que alberga las reliquias de los discípulos de SAntiago, estará rehabilitada antes de final de año.
Fundación Caja Rural Granada ha visitado la Abadía del Sacromonte para conocer de primera mano los trabajos de recuperación que el Departamento de Restauración de la Archidiócesis de Granada está llevando a cabo en el retablo mayor de la Colegiata, del siglo XVIII. La entidad está patrocinando esta intervención, que cuenta también con el respaldo económico de la Junta de Andalucía y de la propia Abadía.
La fase de limpieza ha sacado a la luz los intensos colores originales y los característicos dorados del barroco, aparecidos bajo las capas de pintura y suciedad acumulada a lo largo del tiempo. Las tareas también incluyen la reparación de los desperfectos y pérdidas de las esculturas. El resultado, en palabras de las directoras del proyecto, las hermanas Lola y Lourdes López Blanca, “será un retablo mucho más vivo y atractivo, cuya belleza fue creada para reclamar la atención sobre los misterios de la fe cristiana que en la Abadía se celebran y proclaman”.
La irrupción de la pandemia y los retrasos en la recepción de los permisos han provocado que la rehabilitación, prevista en 2020, no haya podido iniciarse hasta este mes de abril, aunque se prevé que concluya antes de final de año.
El retablo alberga las reliquias de los mártires, aparecidas a finales del siglo XVI en las Santas Cuevas. Los restos pertenecen a los discípulos más conocidos del apóstol Santiago, como San Cecilio. El original data del 1610, pero, debido a su deterioro, fue sustituido en el XVIII por el actual. Al desmontar las piezas, las expertas han podido comprobar la existencia de un arca de piedra, incrustada en el muro, donde, según las Actas Capitulares de la Abadía, reposaban las reliquias.
Gracias a la labor de este taller, se sabe que el retablo ha sido intervenido y repintado en, al menos, dos ocasiones.
Las esculturas, de gran calidad, son obra de Domingo Cabrera, un autor bastante desconocido en Granada, y la estructura se atribuye a Blas Moreno.
Fundación, siempre al lado de la Abadía
La Abadía del Sacromonte, construida en 1610, está presente en la memoria colectiva del pueblo granadino como un lugar fascinante donde se mezclan una historia de fe, docencia, investigación, caridad, leyenda y devoción. Sin embargo, el conjunto del Monte de Valparaíso es en realidad un gran desconocido.
Los años han derivado en un proceso de decadencia que se inició con la desamortización de Mendizábal y tuvo su revés más reciente en el año 2000, cuando un incendio calcinó parte del Colegio Nuevo. Tras arduos intentos de recuperación, la Fundación Abadía del Sacromonte está rehabilitando este espacio sagrado para convertirlo en un lugar vivo, enraizado con su pasado histórico, pero conectado al futuro. En ese camino siempre ha contado con la colaboración de Fundación Caja Rural Granada que, en su compromiso de descubrir para las nuevas generaciones la cultura de otras épocas y de concienciarlas sobre la importancia de cuidar nuestra herencia, ha apoyado la conservación y divulgación de los tesoros sacromontanos.
Entre 2006 y 2010, Fundación Caja Rural Granada recuperó tres joyas de su fondo bibliográfico: un incunable de Santo Tomás de Aquino de 1487, el Libro de San Juan de la Cruz de 1584 y la primera recopilación de las actas capitulares de la Abadía del Sacromonte, de principios del XVII. Estos ejemplares, junto a dos textos del Archivo Municipal de Santa Fe, cuya restauración también fue patrocinada por Fundación, formaron parte, posteriormente, de una exposición en la Sala Zaida de Fundación Caja Rural Granada.
En 2017, la entidad granadina también mostró en este espacio una colección de grabados, perteneciente a la Abadía, no expuesta al público hasta el momento y realizada en Italia durante el XIX sobre las pinturas originales con las que Rafael decoró las Salas Vaticanas
Un año más tarde, Fundación patrocinó un libro sobre el que durante siglos fue uno de los principales centros culturales y espirituales de Andalucía. Este ambicioso trabajo nacía con la intención de divulgar la dimensión religiosa, cultural, académica y artística del complejo arquitectónico, pero también con el objetivo de recaudar fondos para su recuperación y conservación.