El presidente de Fundación Caja Rural de Granada, Antonio Ruiz, ha hecho entrega a la alcaldesa de Órgiva, María Ángeles Blanco del libro «Apeos de Repartimento de Órgiva, y el director de zona de Caja Rural, José Rivas, ha recogido el Libro de Transmisiones Patrimoniales de Ugijar, para entregarlo al ayuntamiento correspondiente. Estos dos ejemplares, sobre todo el de Ugijar, se encontraban bastante deteriorado por lo que han sido recuperados por la empresa Pergamentun, sufragando Fundación Caja Rural el coste de esta minuciosa labor, situado en torno a los 6.000 euros, El presidente de Fundación Caja Rural, acompañado del patrono de la misma y concejal del Ayuntamiento de Órgiva, Francisco Jesús Rodríguez Almendros destacó la preocupación e interés de la Fundación por contribuir a mantener el patrimonio histórico y documental de nuestra provincia. El libro de Apeos y Repartimiento de Órgiva data siglo XVIII, y contiene datos del S XVI, por lo que su conservación es muy importante para el patrimonio histórico y documental del municipio, aseguró la alcaldesa de Órgiva, María Angeles Blanco que agradeció reiteradamente el gesto de Fundación, ya que el Ayuntamiento no tiene posibilidad de restaurar todos los ejemplares con los que cuenta y que lo necesitan para conservar esta riqueza patrimonial. Lo mismo ocurre con el Libro de Transmisiones Patrimoniales de Ugíjar, escrito en 1584, que contiene información muy valiosa sobre las transacciones realizadas en el municipio.
1. INFORME DE INTERVENCIÓN REALIZADA POR PERGAMENTUN En este informe se detalla el proceso seguido en la restauración de dos documentos fundamentales para los Archivos Municipales: el «Libro de Apeos
y Repartimiento de Orgiva» y «Libro de transmisiones patrimoniales de Ugijar», cuyo contenido se remonta al Siglo XVI. Los Libros de Apeos son documentos municipales exógenos, que circunstancialmente llegan del Estado. Se trata de una documentación de carácter propiamente jurisdiccional, por la que se contabilizaban los bienes del pueblo, creando una especie de inventario. Son expedientes realizados para registrar los nuevos pobladores, indicando su procedencia, determinar los límites de heredades, términos municipales, etc., colocando señales o distintivos, señalización e indicación de las antiguas posesiones de los moriscos, cuyos nombres conocemos, otorgadas a los nuevos pobladores. En base a ello se procede al repartimiento, tras la expulsión de los moriscos, que dio lugar a los repoblamientos. En cuanto a los Libros de Transmisiones Patrimoniales, son documentos derivados de actuaciones que el ayuntamiento lleva a cabo, para la adecuada gestión de los intereses del municipio. Estos expedientes son de diversa índole, promovidos en interés de particulares. La metodología de trabajo se ha establecido teniendo en cuenta los estudios previos a la intervención, usándose técnicas que cuentan actualmente con una eficacia probada en el campo de la conservación y restauración. De igual forma, todos los productos y materiales empleados en el proceso, son reversibles e inocuos para la integridad de las obras. La intervención se ha dirigido, tanto a neutralizar los factores causantes de la degradación, como con fines de conservación y ha supuesto la consolidación material de las obras, para recuperar su funcionalidad, corrigiendo las alteraciones que han ido sufriendo a lo largo del tiempo. Libro de Apeos (de Orgiva). Copia de 1775 del original de 1575, 729 h. 30 x 20,5 x 8 cm. Cubierta En primer lugar se separaron cuerpo y cubierta, retirándose tanto los restos de guardas, como el papelón que conformaba las tapas. Así mismo se eliminó un resto de cordón en cuerda, que hacía las veces de cierre. La piel de la cubierta, de color natural sin teñir, se limpió en primer lugar con jabón neutro de guarnicionero, para eliminar los depósitos superficiales. Tras ello, se aplicó una crema conservadora y restauradora, específica que aportó hidratación y flexibilidad a la piel. Seguidamente se procedió a injertar las faltas de soporte, con una piel de color y textura similar a la original. Finalmente se realizaron unas tapas con material neutro para darle consistencia y unos cierres de botón en piel, similares a los utilizados en la época. Cuerpo Una vez separado el cuerpo de la cubierta, se procedió a una limpieza mecánica del mismo, con polvo de goma, brocha y bisturí. Aunque el estado general era aceptable, las primeras y últimas hojas se encontraban muy sucias, con las esquinas y bordes deteriorados por lo que se consolidaron y plancharon para devolverles el apresto original. Así mismo, las dos últimas hojas aparecían muy frágiles, rasgadas y con importantes faltas, por lo que se realizó la reintegración del soporte con papel japonés de color y gramaje similar al original. Aunque el cosido en general conservaba su consistencia, los nervios de cuerda se encontraban rotos en la unión a la cubierta, por lo que hubieron de injertarse con cordón de lino, así como la colocación de un refuerzo en el lomo con papel japonés, para dotarlo de una mayor consistencia. Finalmente se procedió al montaje de la obra. Cuerpo y cubierta se unieron mediante los nervios, los refuerzos del lomo y las nuevas guardas. Libro de transmisiones patrimoniales (de Ugijar), 1584-85, 523 h. 32,5 x 22 x 7 cm. Cubierta El primer paso consistió en separar los restos de la cubierta en pergamino, que se encontraban unidos al cuerpo, mediante unas pasadas de hilo de lino. Dado el pésimo estado de la misma, que la hacía irrecuperable y puesto que no tenía ningún tipo de inscripción, se decidió realizar una nueva. Para ello se siguió el modelo de los restos conservados. De este modo, se procedió a preparar un pergamino nuevo, para realizar una encuadernación de cartera. La original conservaba unos refuerzos de piel en el lomo, decorados con badana. Mediante la observación de las perforaciones que aparecían en dichos refuerzos, se averiguó el dibujo que conformaba la decoración, para su posterior reproducción. La solapa de la cartera de la encuadernación había desaparecido, por lo que no se conservaban restos de cierre. Para realizar el nuevo, se estudió la tipología de cierres de la época y con ello y las perforaciones que aparecían en la tapa superior, se confeccionó uno de botón en badana blanca. Una vez preparada la cubierta, se colocaron los refuerzos en piel con la decoración de aspas en badana.
Cuerpo El cuerpo estaba conformado por 9 cuadernillos cosidos independientemente, que se trataron uno a uno, según su estado y necesidades. A todos ellos, se les realizó una limpieza mecánica en seco con brocha suave, goma blanda y bisturí para las manchas puntuales y se procedió al alisado de esquinas y bordes mediante calor. La mayoría de los cuadernillos tuvieron que ser descosidos, ya que era necesario repararles los fondos. Para ello se utilizó Tisú termofijable Archibond. Las faltas de soporte del papel se reintegraron con papel japonés, de color y gramaje similar al original. Además, fue necesario laminar una serie de hojas que aparecían muy frágiles. Un vez que todos los bifolios estuvieron restaurados, se procedió a coser cada cuadernillo siguiendo el esquema original. Por último se procedió a la unión de los mismos a la cubierta, mediante 9 pasadas de hilo de lino, que atravesaban cada uno de los cuadernillos, así como los dos refuerzos de piel del lomo. |